El Peugeot de Castañón es el más veloz de todos los tiempos. Tomado como ejemplo para armar los oficiales, su 404 es el "cuco" de la categoría hasta 2.000 cm3. Un nombre: Roberto Díaz. Una cifra: 118 HP

Si a Norberto Castañón lo reconocemos como la revelación del año por ser el piloto que más hizo en lo que va de la temporada y que más asombró, no podemos de ninguna manera olvidarnos de su Peugeot. Un Peugeot que posiblemente no sepa nadie cuánto camina. Un automóvil de Anexo "J" fuera de serie y que en su oportunidad con sus 109 ó 110 HP reales (porque de los HP paraguayos que declaran algunos preferimos no hablar) dio cuenta en más de una oportunidad de sus congéneres, incluyendo a los oficiales en la lista.

En lo que va del calendario de 1968 el Peugeot de Castañón se impuso en cuatro carreras. Su primer triunfo del ,año y de su historial se produjo en la Vuelta de la Manzana, donde le ganó a Carlos Reutemann (Fiat 1500 Berlina) por un puñado de segundos y sobre la raya. Allí fue donde el Peugeot de Castañón causó estupor al marcar extraoficialmente 180 y pico de promedio entre Zapala y General Roca, en Río Negro. "Yo creo que llegó a los 198km/h si me guío por el cuentavueltas ... pero no sé qué pensar. El auto anda sin broma y reales tiene que estar cerca de los 190 km/h."

Por supuesto que si el tramo entre Zapala y General Roca está bien medido y no hubo confusiones de ningún tipo, para marcar esos 180 y pico hay que viajar en velocidades superiores a los 185 km/h. Y en un Peugeot 404 es ir muy rápido.

Luego vinieron los 1.000 Kilómetros Entrerrianos y la segunda victoria absoluta. Pese al barro, la lluvia y los caminos en condiciones no muy transitables, el promedio fue elevado, demostrando una vez más que su 4-4 seguía siendo el más veloz de la clase hasta dos litros. En la carrera de Capilla del Monte las cosas no se presentaron tan bien. Un sprint inicial en la larga recta hasta Cruz del Eje con interminables toboganes y una ventaja acumulada a su favor que le daba un respiro grande en la parte sinuosa de San Marco Sierra. Pero la tercera no se le dio y se pinchó un pistón.

De todos modos lo hecho ya era suficiente, aunque faltaba demostrar que el binomio Castañón-Peugeot también podía ganar en pista. Debían aprobar en un autódromo, cualquiera que fuese. Castañón, para dejar sentado que también es un piloto correcto en pista y que su Peugeot era apto para todo terreno.

Y así llegó la carrera del autódromo de San Juan, que podríamos llamar la "prueba de fuego" para ambos. Castañón y su Peugeot salieron airosos. Se alzaron con el triunfo en lucha con el localista Ricardo Zunino con una cupé Fiat 1500. ¿Qué faltaba demostrar? . Absolutamente nada. Aunque fuese su último triunfo en la historia del Turismo Anexo "J", Norberto Castañón y su Peugeot no pasarán al olvido.

Sin embargo, eso no fue todo. Fue tercero en el Autódromo de Buenos Aires, cuando ganó Paco Mayorga y detrás del Fiat cupé de Ángel Di Nezio. Castañón mejoraba a pasos agigantados su manejo y su Peugeot empujaba como nunca.

En la siguiente, corrida en nuestro autódromo, entró segundo por suma de tiempos detrás de Alberto Bruno y fue el mejor Peugeot clasificado, incluyendo a los blanquinegros del team oficial. Veinte segundos lo separaron de Bruno y un minuto largo de ventaja sobre el oficial de Paco Mayorga.

El cuarto triunfo fue en Córdoba, en las Tres Horas y en pareja con Pepe Migliore, pero con el Peugeot preparado por Díaz, que a la vez es acompañante de Castañón en las carreras de ruta. El cuarto galardón para el trío Castañón - Peugeot - Díaz sobre el resto de los competidores.

En La Cumbre hubo acercamiento entre el equipo Peugeot y Castañón. Sin lugar a dudas, don Raúl Fernández Aguirre sabía que si el Peugeot de Castañón andaba, sería el que le salvaría los papeles en la carrera donde el equipo Fiat había ido con todo. El Peugeot Nro 2 aguantó la atropellada de los Fiat, pero en pocas vueltas el motor de su irrompible Peugeot cedió y los fierros "volaron" por los aires. ¡Alguna vez tenía que pasar!.

Primera vuelta en La Cumbre. Adelante Castañón y detrás el Fiat 1500 cupé de Carlos Reutemann. Minutos más tarde... kaput

El Peugeot

El responsable directo (el que liga los palos cuando el auto se rompe y las críticas de todos y el que es ignorado cuando el coche anda) se Ilama Roberto F. (nos pidieron que no pusiéramos su segundo nombre) Díaz. El es el que hizo y hace caminar al Peugeot como ninguno. La cilindrada original, que es de 1617 cm3, fue llevada -rectificando 0,40 (1 mm más de diámetro por cilindro)- a una cilindrada de 1655 cm3 (38 cm3 más que el standard). La potencia, que en un momento estuvo en los 110 HP, ahora fue incrementada a 118 HP y algunas chirolitas más.

"Cuando ganó Bruno en el Autódromo andaba bastante cerca de los 120 HP. Ahora tenemos los motores todos iguales. Los del equipo y el mío, ya que todos fueron hechos en base al mío. En la carrera de La Cumbre el sábado mi auto era sensacional, pero después vino el problema de carburación y se vinieron abajo en vueltas. El mío no andaba nada de nada... apenas si llegaba a los 160 km/h. y con eso no podés pelear con nadie.

Yo creo que en condiciones normales les ganábamos a los Fiat sin mayores problemas, sobre todo teniendo en cuenta que los Fiat del equipo no anduvieron muy fuerte; lo que pasó es que comparado con nuestros autos los de ellos volaban. Yo con mi auto, el día sábado con la ruta abierta hice el mismo tiempo que Franco en carrera y el domingo en la carrera no pude bajar los 9m 07s que hacíamos con Casá."

La carburación del Peugeot también corre por cuenta de Roberto Díaz. El carburador usado es un Solex de 40 mm con bomba de pique que se consigue sin problemas en Gilotaux. El múltiple de escape es de salidas individuales, pero el de admisión es de serie con una "cepilladita" secreta que se la hizo dentro del tubo. La caja de velocidades es la denominada "Grand Prix", que viene como equipo de fábrica en los Peugeot '68 y con relaciones más largas (más cercanas a la cuarta) que la del modelo anterior.

"Con la caja de quinta y el isotorque, que parece se homologaría para el mes de septiembre, la performance de los Peugeot va a mejorar muchísimo. Inclusive puedo asegurarles que con los elementos actuales se puede pelear con los Fiat en el autódromo de Buenos Aires. Cuando ganó Bruno yo salí a 20 segundos y hay que tener en cuenta que el sábado hice un trompo en la horquilla y perdí bastantes segundos. A lo mejor no ganaba igual, pero por lo menos me hubiera acercado y entrado en la conversación más de cerca."

Una foto elocuente. En los 500 kilómetros de TM Castañón indica el camino. Atrás Cupeiro, Bonanno (oficial), Gómez, Mayorga (oficial) y escondido, Pedelaborde

El diferencial también es de serie, aunque reforzado, pero siempre del tipo "sin fin". Los neumáticos usados generalmente son los Michelin XAS (para hacer el auto aún más francés) montados sobre llantas de 5 pulgadas y media, que son las más anchas homologadas por la FIA para el Peugeot 404. Los frenos delanteros son de disco marca Bendix y los traseros de campana con cintas especiales para que su acción sea más efectiva, sobre todo en carrera de circuito. En el sistema eléctrico se le introdujo un cambio con respecto al original, ya que en lugar de dínamo se le incorporó un alternador.

Para carreras de pista se le colocan espirales y amortiguadores más cortos para bajar el centro de gravedad y obtener una mejor estabilidad direccional y un menor rolido en curvas veloces. El tanque de combustible es de 100 litros de capacidad y alberga en su interior nafta 100/130 octanos.

Con la lucha entablada entre Peugeot y Fiat, no podemos menos que, pensar en el no tan lejano Gran Premio de Turismo Anexo "J" y analizar las posibilidades de los Peugeot y en especial del de Norberto Castañón en esa competencia. Un auto que difícilmente se rompe, sumamente veloz y conducido por un piloto consciente, que maneja más de lo que muchos piensan. Es seguro, parejo, correcto y conoce a la perfección su límite. Roberto Díaz, pese a los lazos que unen a Castañón con el equipo de Fernández Aguirre, seguirá armando y desarmando las entrañas del 404 más caminador que hayamos conocido.

El Peugeot de Norberto Castañón sigue siendo un auto ganador.

Por Carlos Figueras
Fotos Osvaldo Dubini

.