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Las victorias de Carlos Reutemann en la Formula 1
Gran Premio de Brasil 1977

 

El contundente triunfo de Lole

 

Por Carlos Figueras

Revista Corsa Nro 556. Enero de 1977



Diez puntos el trabajo del argentino en el circuito paulista. Nueve puntos más en su haber y el primer lugar en el Campeonato Mundial. Como dato interesante; llegó primero delante de 3 campeones mundiales, a saber: Hunt, Lauda y Emerson

Excepcional el trabajo del argentino Carlos Reutemann, quien, exhibiendo una vez más su característica frialdad de razonamiento concretó un demoledor triunfo sin cometer un solo error. Impecable, sereno y a la vez contundente, con esta victoria en Interlagos encabeza con comodidad las posiciones del Campeonato Mundial de Conductores

Una semana antes, Reutemann nos había asegurado: "En Interlagos vamos a andar mejor". En realidad era una corazonada. No había girado nunca en el circuito a bordo de una Ferrari pero tenía el presentimiento; estaba casi convencido que por lo menos sería segundo detrás de Hunt, su gran rival.
El miércoles dio algunas vueltas, no muchas; sus tiempos no eran indicativos debido al estado del circuito.
Llovía, paraba, lloviznaba, caían algunos baldes enviados por San Pedro y se oreaba un poco. En esas condiciones no valían las referencias ni las comparaciones.
Mientras tanto, cuando el viernes mandé un télex a Buenos Aires, Carlos Fresco me hacía saber de comentarios lanzados a la opinión pública que .aseguraban que Carlos Reutemann debería sumar siete unidades en las tres primeras carreras (Buenos Aires, Interlagos, Sudáfrica) para poder firmar contrato con Ferrari. En todo esto -que ya parece una campaña en contra de Reutemann y nos interesaría conocer las razón de su lanzamiento- había bastante de improvisación y mucho de desconocimiento, pero había que preguntarle a Reutemann, al menos para que diera su opinión ante semejante afirmación "Siempre hay gente que sabe las cosas mucho antes que yo", contestó con una sonrisa que no denotaba preocupación.


Pace, luego del toque con James Hunt, girando sin el carenado delantero. Dejarle la cuerda al inglés le significó quedar totalmente fuera de toda posibilidad en el GP de su país

El viernes, en la primera tanda, logró un tiempo de 2m31s97 que al fin del día lo ubicaba en el sexto lugar; trabajó sobre amortiguadores, subió y bajó el auto para que no "panceara" en distintos sectores del trazado y copiara mejor las ondulaciones del asfalto. Más spoiler, menos alerón, otras paradas, un poco más... En fin, esa innumerable cantidad de elementos que se toquetean hasta lograr una óptima puesta a punto de suspensión.
Los últimos 15 minutos de la clasificación sabatina (una sola tanda con tiempos oficiales) fueron como para no olvidarlos fácilmente. Hunt, Pace (haciendo piruetas insólitas por todo el circuito en busca de un hipotético 2m29s), Reutemann y Andretti estaban poniendo a funcionar a full todos sus sentidos en busca de la pole position, de la cuerda para el domingo, o al menos de la primera fila. Y de esos cuatro, sólo dos lo conseguirían. Pace quedaría definitivamente clasificado con su tiempo del viernes porque el sábado se cansó de cometer errores. Andretti mejoró mucho pero sólo pudo quedar a espaldas de Reutemann. El argentino, en la penúltima vuelta hizo todo bien. Frenó justo, tiró los cambios hasta el limite, buscó los radios ideales, exigió el compuesto de sus gomas (esas que sólo duran cuatro vueltas a ritmo endemoniado) y llevó la cola de la Ferrari número 12 bajo un absoluto y dominante control. El era el que mandaba en ese conjunto tan homogéneo de hombre - máquina. Y como nunca, dejándonos convencidos a todos que nadie podía dar más arriba de ese auto. Los abrazos, las lágrimas de los mecánicos y las palabras de Forghieri ("Bravissimo, Carlos... bravissimo"), sintetizaban una labor excepcional, pero no todo estaba dicho. "Mañana marcamos el camino con Hunt pero el asunto es largo y puede pasar cualquier cosa. Igual creo que vamos a andar muy bien", decía Lole antes de irse al hotel. Y tomó la punta en la primera curva.


Muchos motores rotos en dos carreras y aparente descontento con Lauda en Ferrari. En Brasil subió al podio con un tercer puesto muy trabajado. En la foto, superando a Watson

La carrera

Reutemann movió antes el auto. Pero Pace los pasó a todos como parados, y en la curva tres era líder. No importaba demasiado. Como venía barajado en los últimos días, su necesidad imperiosa (??) de ganar lo llevaría tarde o temprano a cometer un nuevo e imborrable error. Y así fue, siguió de largo, se puso su Brabham de costado, se rozó con Hunt sin consecuencias para el McLaren y casi se interpone en el camino de Reutemann que, alerta levantó el pie del acelerador y lo superó por un lateral. Toda esa maniobra era tiempo perdido y Hunt se escapaba adelante.
La luz llegó a los 4s10 pero de allí en más Lole comenzaría una persecución -¿o cacería?- implacable, llena de talento y coraje como para dar definitivamente por tierra con comentarios absurdos vociferados por neófitos. Se jugó en todos los sectores. Los rápidos y los lentos, la ventaja del inglés se iba achicando vuelta tras vuelta.
3s5/10 en la siguiente, 3s1/10 dos giros más tarde. 2s5/10 y los pocos, muy pocos corazones argentinos en Interlagos pasaban los 120 bombeos por minuto. Así, con ese ritmo imposible de explicar, Lole llegó a la cola de Hunt en la vuelta 19. Pasaron cinco vueltas entre el griterío de la tribuna que a falta de un brasileño en condiciones de pelear la punta, se unió para alentar al argentino. Salí a la cola del McLaren pero en la recta se iba un poco. Hasta que en la 24 Reutemann ya era líder mientras que Hunt, con el neumático delantero izquierdo herido por haber sido demasiado solicitado, entró en boxes "No se que hubiese pasado, pero me iba a ser muy difícil aguantarle el ritmo porque mi auto no era muy bueno para los sectores lentos", diría James Hunt luego de la carrera y después de felicitar sinceramente a Carlos Reutemann.


Piña de "Moco" Pace hacia el final de la carrera. Las bienaventuradas "catch fences" tuvieron trabajo a rolete el domingo

El resto fue espera. Seguirlo con la vista, detectar una falla, ir al fondo de la recta para verlo cumplir con una nueva vuelta.
"El auto se comportó bien. No tuve problemas en ningún momento. Pero sólo me quedé convencido de que era el ganador cuando me bajaron la bandera en la línea de llegada. Llevaba mucha ventaja pero faltaba demasiado como para pensar en que ya era el ganador de Interlagos", explicaba Reutemann, en jean cortados y remera azul con una lata de cerveza fría en mano, sentado sobre un cajón de repuestos. "Lo de Pace es increíble, bueno, como siempre... se tiró demasiado en una curva y casi hace un desastre. A mi me pasó el alerón tan cerca que pensé que me tocaba el casco. Ahí perdí mucho tiempo pero de ahí en adelante empecé a recupera, al McLaren le sacaba dos o tres décimas por vuelta. Además me preocupaba el tema gomas, por suerte las hice durar y no tuve ninguna sorpresa".
"¿Hunt?... No sé qué le pasó, en una de esas se equivocaron en la puesta a punto de la suspensión... No lo sé. Lo que te puedo decir es que veníamos muy fuerte".
Una respuesta categórica a todos aquellos que aseguraban que si no lograba sumar siete puntos antes de Estados Unidos (Long Beach) no firmaría contrato con Ferrari. Para ellos es esta suma, 4 más 9 son 13. ¿Firmará ahora con Ferrari o le pedirán que gane tres GP seguidos?.
Por suerte Carlos Reutemann sigue sonriendo ante cada una de estas versiones.
Así ganó Reutemann en Interlagos.
Un triunfo inolvidable. .


Gunnar Nilson esta vez pudo correr a pesar del incendio del auto de Andretti el sábado. Con un giro menos cosechó un par de puntos. En la foto delante del Surtees de Brambilla y el Shadow de Pryce

¿Qué más podríamos pedir para el primer triunfo de Reutemann sobre una Ferrari y en su tercera presentación corriendo para el equipo? ¿Un desarrollo más vibrante? ¿Una mayor y más efectiva demostración de capacidad? ¿Quizá un trámite violento?. Nadie, absolutamente nadie, puede estar disconforme con el triunfo impecable de Carlos Reutemann en los exigentes vericuetos de Interlagos.
Pero a no dudarlo que los seguirá habiendo -los disconformes de por vida- hasta que Reutemann se retire y cuando eso suceda se comentarán las anécdotas, historias verosímiles a medias, porque hay una larga lista de detractores de Reutemann que nunca manifestaron sus conceptos como para sustentar su "posición". ¿Importan?. No. Lo que sí importa es lo hecho por el argentino en Brasil en lucha mano a mano con Hunt (el mejor auto del momento) y alejándose junto a Andretti de todos los demás integrantes del plantel de esta F1 de hoy.

Carlos Reutemann trabajó todo el viernes y el sábado en la puesta a punto de su chasis, en la alineación. En el motor no había nada que mejorar. Las relaciones de caja estaban elegidas y en ese aspecto no quedaba nada por inventar, pero el resto ... Si se logra un auto efectivo en lo trabado, de buena tenida y con tendencias leves a sobrevirar o subvirar, se pierde velocidad en las dos largas rectas de Interlagos. Si se opta por buscar velocidad pura hay que circular con cuidado en lo lento. ¿Que hacer?. Quizás fue Reutemann el que logró una mejor puesta intermedia y por eso no tuvo problemas serios en ningún sector del dibujo y sus gomas, aunque exhaustas, lo llevaron hasta el final.


Con el marco de las tribunas de Interlagos, Hunt, Reutemann, Andretti y parte del auto de Mass en la primera parte de la carrera

.James Hunt, su rival directo, en cambio, utilizó -según la opinión de los entendidos- un camber demasiado pronunciado. Emparentado con su estilo de conducción, es probable, aunque no seguro, que esa alineación lo haya llevado a los boxes poco después de la mitad de la carrera con el neumático delantero izquierdo a punto de destruirse. ¿Y si Hunt no paraba?. Una pregunta difícil pero que Hunt contestó una vez finalizada la prueba: "No se que podía pasar...".
En una decena de vueltas Reutemann se puso a la cola del McLaren tras haber estado a 4s1/10 del campeón del mundo. Eso hacía suponer que a la larga o a la corta la Ferrari superaría a Hunt. "En dos o tres ocasiones intenté mostrarle la trompa pero él se cerraba y no me permitía el paso. Algo lógico pero eso me hacía andar más despacio. Claro que en esas condiciones, con tan poca diferencia a mi favor se hace difícil superar a alguien, pero en algún momento lo iba a conseguir", explicaba Lole con la tranquilidad que otorga la victoria indiscutible, sentado en el box, rodeado de media docena de amigos.


Banderazo para el santafesino frente a las tribunas colmadas de público y el momento en que los argentinos recién pudimos respirar tranquilos. Reutemann primero

Esa carrera entre Hunt y Reutemann duró 24 vueltas, a partir del instante preciso en que la Ferrari superó al McLaren, Hunt levantó, pasó por boxes haciendo señas con el índice apuntando la goma delantera izquierda y en la siguiente paró. El duelo había llegado a su fin. Para comodidad de Reutemann ("Andretti venía fuerte pero sin Hunt adelante yo me hubiese ido"). El ítalo yanqui rompió el motor de su excelente Lotus y dejó de acosarlo. El camino estaba libre faltando dieciséis giros. Tom Pryce, de inmejorable labor pero injusto abandono sobre el final, era el escolta a 18 segundos.
En el fragor de la lucha ya habían quedado Mass (salida de pista), Regazzoni de buena labor parcial (hasta que Mass lo dejó fuera de carrera), Peterson (que se lleva muy mal con el Tyrrell P-34), Scheckter (que difícilmente pueda repetir lo de Buenos Aires si no se dan condiciones similares) y Pace (por descontrolado e inmaduro para transitar en punta).
A esa altura, cuando Reutemann punteaba con comodidad y James Hunt salía de boxes con su neumático reemplazado a bajar todos los tiempos (logró el record de vuelta), Lauda era efímero tercero hasta que Hunt lo superara a poco de reintegrarse a la pista.
Lo más importante que sucedería sobre el final era el abandono de Pryce por caja de cambios destruida, un mal que dejó a uno de los pilotos más espectaculares pero también efectivo con el deseo de sumar sabrosos seis puntos para el Campeonato. Todo esto a bordo de un chasis (el DN-8) que rinde pero que no está equipado con lo mejor que produce la casa Cosworth.
Como ya es costumbre, párrafo aparte para Fittipaldi, que con el Copersucar llegó a un cuarto lugar repitiendo lo de nuestro GP. Nuestro más sincero respeto a uno de los más grandes pilotos que tiene la F1 de hoy.
De Reutemann nada más. Los nueve puntos. El triunfo en el GP de Brasil y el quinto de su historial. La inmensa alegría de toda la gente de Ferrari. El primer puesto en el Campeonato Mundial y toda nuestra admiración por el poema que escribió en la pista de Interlagos.

Por Carlos Figueras
Fotos: Armando Rivas

Cronología de un triunfo inolvidable
"Así gané en Interlagos"
Por Carlos Alberto Reutemann

Una semana antes, Reutemann nos había asegurado: "En Interlagos vamos a andar mejor". En realidad era una corazonada. No había girado nunca en el circuito a bordo de una Ferrari pero tenía el presentimiento; estaba casi convencido que por lo menos sería segundo detrás de Hunt, su gran rival.
El miércoles dio algunas vueltas, no muchas; sus tiempos no eran indicativos debido al estado del circuito. Llovía, paraba, lloviznaba, caían algunos baldes enviados por San Pedro y se oreaba un poco. En esas condiciones no valían las referencias ni las comparaciones.
Mientras tanto, cuando el viernes mandé un télex a Buenos Aires, Carlos Fresco me hacía saber que comentarios lanzados a la opinión pública que aseguraban que Carlos Reutemann debería sumar siete unidades en las tres primeras carreras (Buenos Aires, Interlagos, Sudáfrica) para poder firmar contrato con Ferrari. En todo esto -que ya parece una campaña en contra de Reutemann y nos interesaría conocer la razón de su lanzamiento- había bastante de improvisación y mucho de desconocimiento, pero había que preguntarle a Reutemann, al menos para que diera su opinión ante semejante afirmación.
"Siempre hay gente que sabe las cosas mucho antes que yo" -contestó con una sonrisa que no denotaba preocupación-.

El viernes, en la primera tanda, logró un tiempo de 2m31s97 que al fin del día lo ubicaba en sexto lugar; trabajó sobre amortiguadores, subió y bajó el auto para que no panceara en distintos sectores del trazado y copiara mejor las ondulaciones del asfalto. Más spoiler, menos alerón, otras paradas, un poco más ... El fin, esa innumerable cantidad de elementos que se toquetean hasta lograr una óptima puesta a punto de suspensión.
Los últimos 15 minutos de la clasificación sabatina (una sola tanda con tiempos oficiales) fueron como para no olvidarlos fácilmente. Hunt, Pace (haciendo piruetas insólitas por todo el circuito en busca de un hipotético 2m29s), Reutemann y Andretti estaban poniendo a funcionar a full todos sus sentidos en busca de la pele position, de la cuerda para el domingo, o al menos de la primera fila. Y de esos cuatro, sólo dos lo conseguirían. Pace quedaría definitivamente clasificado
con su tiempo ... del viernes porque el sábado se cansó de cometer errores. Andretti mejoró mucho pero sólo pudo quedar a espaldas de Reutemann. El argentino, en la penúltima vuelta hizo todo bien. Frenó justo, tiró los cambios hasta el límite, buscó los radios ideales, exigió el compuesto de sus gomas (esas que sólo duran cuatro vueltas a ritmo endemoniado) y llevó la cola de la Ferrari número 12 bajo un absoluto y dominante control. El era el que mandaba en ese conjunto tan homogéneo de hombre-máquina. Y como nunca, dejándonos convencidos a todos que nadie podía dar más arriba de ese auto. Los abrazos, las lágrimas de los mecánicos y las palabras de Forghieri ("Bravissimo, Carlos ... bravissimo"), sintetizaban una labor excepcional, pero no todo estaba dicho. "Mañana marcamos el camino con Hunt pero el asunto es largo y puede pasar cualquier cosa. Igual creo que vamos a andar muy bien", decía Lole antes de irse al hotel. Y tomó la punta en la primera curva.

Reutemann movió antes el auto. Pero Pace los pasó a todos como parados, y en la curva tres era líder. No importaba demasiado. Como venía barajado en los últimos días, su necesidad imperiosa (??) de ganar lo llevaría tarde o temprano a cometer un nuevo e imborrable error. Y así fue, siguió de largo, se puso su Brabham de costado, se rozó con Hunt sin consecuencias para el McLaren y casi se interpone en el camino de Reutemann que, alerta levantó el pie del acelerador y lo superó por un lateral. Toda esa maniobra era tiempo perdido y Hunt se había escapado adelante.
La luz llegó a los 4s1/10 pero de allí en más Lole comenzaría una persecución -¿o cacería?- implacable, llena de talento y coraje como para dar definitivamente por tierra con comentarios absurdos vociferados por neófitos. Se jugó en todos los sectores. Los rápidos y los lentos, la ventaja del inglés se iba achicando lentamente. Vuelta tras vuelta. 3s5/10 en la siguiente 3s1/10 dos giros más tarde 2s5/10 y los pocos, muy pocos corazones argentinos en Interlagos pasaban los 120 bombeos por minuto. Así, con ese ritmo imposible de explicar, Lole llegó a la cola de Hunt en la vuelta 19. Pasaron cinco vueltas entre el griterío de la tribuna que a falta de un brasileño en condiciones de oelear la punta, se unió para alentar al argentino.
"Salí a la cola del McLaren pero en la recta se iba un poco". Hasta que en la 24 Reutemann ya era líder mientras que Hunt, con el neumático delantero izquierdo herido por haber sido demasiado solicitado, entró en boxes. "No sé qué hubiese pasado, pero me iba a ser muy difícil aguantarle el ritmo porque mi auto no era muy bueno para los sectores lentos", diría James Hunt luego de la carrera y después de felicitar sinceramente a Carlos Reutemann.
El resto fue espera. Seguirlo con la vista, detectar una falla, ir al fondo de la recta para verlo cumplir una nueva vuelta. "El auto se comportó bien. No tuve problemas en ningún momento. Pero sólo me quedé convencido de que era ganador cuando me bajaron la bandera en la línea de llegada. Llevaba mucha ventaja pero faltaba demasiado como para pensar en que ya era el ganador de Interiagos", explicaba Reutemann, en jean cortados y remera azul con una lata de cerveza fría en mano, sentado sobre un cajón de repuestos. "Lo de Pace es increíble, bueno, como siempre... se tiró demasiado en una curva y casi hace un desastre. A mí me pasó el alerón tan cerca que pensé que me tocaba el casco. Ahí perdí mucho tiempo pero de ahí en adelante empecé a recuperar, al McLaren le sacaba dos o tres décimas por vuelta. Además me pre-ocupaba el tema gomas, por suerte las hice durar y no tuve ninguna sorpresa". "¿Hunt?... No sé qué le pasó, en una de esas se equivocaron en la puesta a punto de la suspensión... No lo sé. Lo que te puedo decir es que veníamos muy fuerte".
Una respuesta categórica a todos aquellos, que aseguraban que si no lograba sumar siete puntos antes de Estados Unidos (Long Beach) no firmaría contrato con Ferrari. Para ellos es esta suma, 4 más 9 son 13. ¿Firmará ahora con Ferrari o le pedirán que gane tres GP seguidos?
Por suerte Carlos Reutemann sigue sonriendo arte cada una de estas versiones.
Así ganó Reutemann en Interlagos. Un triunfo inolvidable.

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Poca suerte para el ítalo americano Andretti. Los autos andan bien pero imponderables los relegan. Hizo una excelente carrera pero debió desertar. En la próxima quizás ...

Interlagos: 7.960 metros

Pese a tener casi ocho kilómetros de extensión, la pista de Interlagos ofrece prácticamente un solo lugar para que se pasen los autos que no llevan mucha diferencia de velocidad entre sí: los 300 metros anteriores a la curva 3 (viraje peraltado, en descenso y hacia la izquierda) al cabo de la recta más larga del circuito (1). Allí Hunt y Pace pasaron a Reutemann. Allí Reutemann quebró a Hunt en la vuelta 21. Allí, Andretti y Mass -pese a sus visibles esfuerzos- no pudieron superar al argentino.
Doscientos metros más adelante (2) se vuelve a virar a la izquierda, bajando hacia la "herradura". Esa cuarta curva de la pista fue el lugar trágico del domingo. Por su borde externo se despistaron Depailler, Brambilla, Watson, Pace, Mass, Regazzoni y Laffite, aparte de que allí mismo -previamente- sufría Pace su toque contra la rueda trasera derecha de James Hunt. Por unanimidad, los pilotos adjudicaron la responsabilidad de los accidentes a que la adherencia cambiaba en forma imprevista al pisar el parche de asfalto aplicado allí para reacondicionar el circuito. Otro mérito de Reutemann, cuya Ferrari -allí intentó sacar la cola varias veces pero fue dominada con precisión-. Lo mismo le sucedio al argentino en la "Horquilla" (3), pero con mayor intensidad. Luego aclararía: "La estabilidad de mi Ferrari era muy imperfecta en las curvas a la izquierda". En la "Subida del Lago", (4) el McLaren de Hunt tomaba apreciables ventajas, al trepar, sobre las autos que lo perseguían (Pace primero, Reutemann después).
Y en la primera curva del circuito (5), el Campeón Mundial, en cambio, fue magistralmente dominado desde la cuerda externa por Carlos Alberto Reutemann, unos segundos después de la largada...

Hunt - Hoffman: Al borde del ring

Terminado el período de clasificación del viernes, James Hunt se fue directamente y con andar desparejo al box de Copersucar. Buscaba a Ingo Hoffman, y más que para pedirle explicaciones fue como a decirle "ponete en guardia...". El asunto no llegó a mayores gracias a los buenos oficios de Emerson Fittipaldi y su hermano Wilsinho (del mismo peso de Hunt) que tranquilizaron al campeón del mundo tratando de que contara lo sucedido.
"Muy simple -declaró Hunt-. Venía en una de esas vueltas en que uno trata de hacer todo lo más rápido posible para sacar el tiempo y me encuentro con Hoffman adelante poco antes de una curva; En lugar de dejarme pasar, dobló primero y me hizo frenar muchísimo; cuando logré pasarlo ya había perdido más de dos segundos. Eso no puede ser ...."
Uno de los integrantes del team Copersucar insinuó "Y, bueno... no lo hizo con intención, seguramente no lo habrá visto". A lo que Hunt agregó una vez que le tradujeron la frase: "Precisamente es lo que quiero que haga, que mire... para eso tiene dos espejos". Tras el diálogo rumbeó para su box y un periodista brasileño le acercó el micrófono para grabar sus declaraciones. "No hablo más con ningún periodista brasileño". Se subió a un Chevette con Teddy Mayer y salió de Interlagos. Hay quienes aseguran que un round Hunt-Hoffman hubiese sido parejo. Mala gente hay en todas partes.

Orden de partida

 

Hunt James
McLaren M23 Cosworth
2m30s11
(190.909 Km/h)

Reutemann Carlos
Ferrari 312 T2
2m30s18

Andretti Mario
Lotus 78 Cosworth
2m30s35

Mass Jochen
McLaren M23 Cosworth
2m30s36

Pace José Carlos
Brabham BT45 Alfa R
2m30s54

Depailler Patrick
Tyrrell P34 Cosworth
2m30s69

Watson John
Brabham BT45 Alfa R
2m31s09

Peterson Ronnie
Tyrrell P34 Cosworth
2m31s63

Regazzoni Clay
Ensign MN177 Cosworth
2m31s69

Nilsson Gunnar
Lotus 78 Cosworth
2m32s14

Brambilla Vittorio
Surtees TS19 Cosworth
2m32s19

Pryce Tom
Shadow DN8 Cosworth
2m32s22

Lauda Niki
Ferrari 312 T2
2m32s37

Laffite Jacques
Ligier JS7 Matra
2m32s43

Scheckter Jody
Wolf WR1 Cosworth
2m32s81

Fittipaldi Emerson
Copersucar FD04 Cosw
2m32s94

Scheckter Ian
March 761B Cosworth
2m33s81

Zorzi Renzo
Shadow DN5 Cosworth
2m34s94

Hoffman Ingo
Copersucar FD04 Cosw
2m35s57

Binder Hans
Surtees TS19 Cosworth
2m35s79

Dias Ribeiro Alex
March 761B Cosworth
2m36s79

Perkins Larry
BRM P207 Cosworth
2m42s22

 

Gran Premio de Brasil

 

Circuito de Interlagos de 7.960 m

Recorrido Total 318.400 Km (40 vueltas)

23/1/1977

 

1

Carlos
Reutemann

Ferrari 312 T2

1h45m07s72

2

James
Hunt

McLaren M23 Cosworth

1h45m18s43

3

Niki
Lauda

Ferrari 312T

1h46m55s23

4

Emerson
Fittipaldi

Copersucar FD04 Cosworth

a 1 vuelta

5

Gunnar
Nilsson

Lotus 78 Cosworth

a 1 vuelta

6

Renzo
Zorzi

Shadow DN5 Cosworth

a 1 vuelta

7

Ingo
Hoffmann

Copersucar FD04 Cosworth

a 2 vueltas

Promedio del ganador: 181.729 Km/h

RV

James Hunt

McLaren M23 Cosworth

2m34s55
185.425 Km/h

Abandonos

Tom
Pryce

Shadow DN8 Cosworth

Vuelta 33

Jose Carlos
Pace

Brabham BT45 Alfa Romeo

Vuelta 33

Hans
Binder

Surtees TS19 Cosworth

Vuelta 32

John
Watson

Brabham BT45 Alfa Romeo

Vuelta 30

Jacques
Laffite

Ligier JS 07 matra

Vuelta 26

Patrick
Depailler

Tyrrell P34 Cosworth

Vuelta 23
Mario
Andretti
Lotus 78 Cosworth Vuelta 19
Alex
Dias Ribeiro
March 761B Cosworth Vuelta 16
Jochen
Mass
McLaren M23 Cosworth Vuelta 12
Clay
Regazzoni
Ensign MN177 Cosworth Vuelta 12
Ronnie
Peterson
Tyrrell P34 Cosworth Vuelta 12
Jody
Scheckter
Wolf WR1 Cosworth Vuelta 11
Vittorio
Brambilla
Surtees TS19 Cosworth Vuelta 11

 

Video de la carrera
El video de la carrera en el Blog de Test del Ayer

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Historia de hombres y máquinas

Por Gustavo Ernesto Lopez

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