Pilotos
de leyenda
Las
biografias de los pilotos mas importantes
El versátil "Bitito" Mieres
Revista Corsa Nro 470. Mayo de 1975
Aunque hoy su imagen de corredor se ha ido esfumando con el correr de los años. Roberto Mieres supo darse el gusto de conducir como los mejores durante muchos años los máximos pura sangre del momento. Su capacidad fue reconocida en la medida que integró equipos de primera línea en la década del '50. lamentablemente un día cambió definitivamente el volante por el spinnaker, la botavara y el agua. <sigue>
Fangio
a secas
Por Alfredo Parga
Revista
El Grafico Nro 3.500 Noviembre de 1986
Si tenes
menos de 25 años, te invito a leer esta nota. Si tenes
mas de 25 años, respetuosamente le pido me perdone,
porque debe ser para usted un material conocido. Pero,
terco, insisto; si tenes menos de 25 años, atendeme
¿Puede ser? <sigue>

1947, antes de que la Fórmula 1 naciera ...
"Yo ya llevaba publicidad"
Revista Corsa Nro 727. Mayo de 1980
En el año 1947, diez años después de su aparición en el automovilismo nacional, Oscar Gálvez debutaba en la entonces Fórmula Libre en el Circuito de La Moneda, en Retiro, con un Alfa Romeo de 3800 cm3 con doble compresor. Ese monoplaza fue el primero en el mundo en llevar, una inscripción publicitaria en una prueba internacional y en la especialidad,que a partir de 1950 se convertiría en la Fórmula 1. Seguramente ni Oscar ni ninguno de sus rivales de esa época tenían noción de la nueva era que comenzaba, publicitariamente hablando, en la categoría máxima. A 33 años de aquel hecho Oscar Gálvez cuenta todos los entretelones de la compra el Alfa Romeo, y la publicidad que llevaba en el capot de su auto y las cifras que se manejaban por ese entonces -sigue-

Silverstone, una Ferrari y yo
Revista Corsa Nro 581. Julio de 1977
En el año 1947, diez años después de su aparición en el automovilismo nacional, Oscar Gálvez debutaba en la entonces Fórmula Libre en el Circuito de La Moneda, en Retiro, con un Alfa Romeo de 3800 cm3 con doble compresor. Ese monoplaza fue el primero en el mundo en llevar, una inscripción publicitaria en una prueba internacional y en la especialidad,que a partir de 1950 se convertiría en la Fórmula 1. Seguramente ni Oscar ni ninguno de sus rivales de esa época tenían noción de la nueva era que comenzaba, publicitariamente hablando, en la categoría máxima. A 33 años de aquel hecho Oscar Gálvez cuenta todos los entretelones de la compra el Alfa Romeo, y la publicidad que llevaba en el capot de su auto y las cifras que se manejaban por ese entonces -sigue-
Ninguno más sacrificado
Por Alfredo Parga
Revista Corsa Nro 1492. Marzo de 1995
Recordando la locura casi "colectiva" que se apoderó de mucha gente cuando estuvo muy cerca de correrse en Palermo (pobre Palermo) y de la necesidad que tenía también (mucha gente) de "sentar" en un coche de Fórmula 1, a un argentino, se me había ocurrido parte de esta historia. Una historia que tenía un fundamento principal. Recordarle a los cortos de memoria, cómo uno de nuestros más grandes talentos conductivos estuvo a punto de ser "devorado" por la impiadosa Fórmula 1. Situación de la que emergió intacto (pese a los resultados) para seguir siendo considerado una primera figura en Europa. Considerado y respetado, por añadidura. (Que otro piloto con menor convicción que Oscar Larrauri pudo haber sido consumido por el fuego, como lo hubiera sido la persona que en un momento de "hervor palermitano" pudo ser sentada en una butaca alquilada). <sigue>

La
historia argentina Revista
El Grafico 4181. Noviembre de 1999
Los últimos tiempos han quedado marcados por las apariciones esporádicas.
Sin embargo el automovilismo de nuestro país tiene una larga tradición
en la máxima categoría. Fangio quedo afuera de esta reseña. El, claro,
merece un lugar aparte. <sigue>
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